Cómo impacta el líder en resultados ©

A nadie le debiera parecer extraño que el líder de una organización tenga un impacto directo en los resultados de los mismos. Más bien, podríamos decir que resulta natural pensar que el comportamiento y la actitud del líder resultan vitales para la obtención de los buenos resultados. Dando por sentado lo anterior, resulta relevante preguntarse cuál es la clave que asegura que el líder propicia los mejores resultados posibles para su organización.

Es obvio que la persona que dirige una organización requiere del trabajo y colaboración de otras personas. Entre más compleja sea una empresa, mayor será la necesidad de contar con ese apoyo. La forma más efectiva para lograrlo es a través de la motivación. Aquellos colaboradores que están altamente motivados para realizar sus actividades lo harán con mayor entusiasmo y dedicación, mientras que por el contrario, quienes no lo están, tendrán siempre una actitud negativa y les costará mayor esfuerzo desempeñarse en las tareas que les han sido asignadas y les corresponde realizar.

En las organizaciones, por lo general encontramos líderes que tienen claridad con respecto a las metas que se han establecido, y normalmente también cuentan con un amplio conocimiento en aspectos técnicos y administrativos. Esto les proporciona la seguridad de que las decisiones que toman están bien sustentadas y dirigidas. Sin embargo, muy pocas veces nos topamos con líderes que saben y entienden acerca de la forma cómo deben conducirse ante sus colaboradores para lograr un liderazgo más efectivo, más motivador.

Todo líder que desee mejorar su impacto en los resultados, debiera ante todo tener claridad acerca de la forma cómo sus actitudes y conductas impactan en el comportamiento de sus colaboradores. Directores de empresa que no saben manejar sus emociones y que simplemente dan rienda suelta a las mismas, corren el riesgo de generar un impacto negativo en el ambiente de trabajo. Hay quienes aun inclusive generan temor entre sus colaboradores propiciándoles un ato nivel de estrés, y poniéndolos en una situación de pelear o huir.

Desde luego que tampoco se trata de generar un estado o zona de confort, que lleve a los colaboradores a dar por entendido que no es necesario hacer esfuerzo alguno, pudiéndose relajar al grado de llegar a la irresponsabilidad. Lo que el líder debe propiciar es un ambiente de reto atractivo y motivante, de forma tal que quienes trabajan en la organización lleguen a lo que se denomina zona de flujo. La forma de lograr que los colaboradores lleguen a dicho estado es brindándoles la oportunidad de resolver situaciones que les son retadoras,  y para las cuales cuentan con las capacidades suficientes para responder con efectividad ante dichos retos.

Una organización que pretenda un éxito sostenido debe contar con personas a las que les entusiasme enfrentarse a retos que les exijan poner en juego sus habilidades. Por ello el proceso de selección de personal resulta ser tan importante. Tanto así que, cuando se trata de seleccionar a personas para posiciones clave, el líder debe involucrarse de forma activa, lo que implica que debe tener la habilidad para reconocer a las personas que cuentan con esta motivación y que poseen las competencias para resolver los retos.

No es suficiente con saber contratar a personas que gustan de llegar al estado de flujo, sino que además el líder debe mostrar actitudes que favorezcan la creación de un ambiente que lleve a un estado de ánimo orientado a lograr los resultados que se han fijado. Dichas actitudes están sustentadas en un estilo de liderazgo que genera, entre los colaboradores, una amplia seguridad en cuanto a que están siendo conducidos adecuadamente hacia las metas que a todos favorecen, lo cual facilita que se comprometan de forma decidida.

Otra habilidad que debe tener desarrollada la persona que ejerce el liderazgo es la de convocar a los demás, al grado de que éstos respondan al llamado por convencimiento y no en atención al poder que tiene quien ejerce la función de líder. También es necesario que en el proceso de tomar decisiones, el líder muestre la apertura para escuchar, atender y entender las propuestas y opiniones que los demás hagan, sabiendo cuándo y cómo delegar los procesos de toma de decisiones entre quienes son sus colaboradores.

En resumen, podemos afirmar que, para que el líder impacte de forma efectiva y positiva en los resultados de la organización, es indispensable: saber cómo seleccionar a las personas clave, saber manejar sus emociones para impactar de forma positiva a los demás, saber crear el ambiente adecuado para llegar a la zona de flujo, saber cómo convocar generando una respuesta por convicción y, saber delegar para que los colaboradores se mantengan apasionados.

1175 287 Adalberto J. Reiter E.

Adalberto J. Reiter E.

Más de cuatro décadas de experiencia laboral. Las últimas dos dedicado al desarrollo humano. Con una metodología propia para el crecimiento integral de la persona.

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