Qué es el coaching ©

El Coaching es un tema que desde hace ya varias décadas ha venido cobrando fuerza, tanto a nivel de organizaciones como a nivel personal, y lo ha hecho aplicando una variedad de formas diversas, entre las que se encuentran:

• Coaching ejecutivo. Que ayuda a que las personas encuentren la forma de lograr mejores resultados con menores esfuerzos.
• Coaching de equipos. Enfocado a definir la forma más efectiva en la que un conjunto de personas puede gestionar la obtención de un objetivo.
• Coaching empresarial. Se centra en la obtención de una mejora en particular bajo condiciones específicas de una organización.
• Coaching de vida. Implica apoyar a una persona a precisar la mejor forma de lograr un objetivo en particular.

Sin embargo, al mismo tiempo que el Coaching ha ido siendo más conocido, se ha venido confundiendo con otras formas de apoyo, como son el Mentoring, la Terapia, la Consultoría, o bien con uno de los conceptos más conocidos y que hace que se relacione con la función que desempeña el entrenador deportivo. Cada una de las antes mencionadas formas de apoyo tiene su razón de ser y está enmarcada por su propia metodología.

El Coaching es un proceso de ayuda que está orientado hacia el logro de objetivos y no a la solución de problemas. Lo hace promoviendo el desarrollo de nuevas formas de ver una situación en particular, rompiendo esquemas de pensamiento y cuestionando paradigmas. Promueve el desarrollo de nuevas formas de pensar y de actuar.

Si bien existen diversas corrientes que promueven el Coaching, y cada una de ellas ha hecho sus propias y valiosas aportaciones, algo que es común a todas es que parten de la idea que la mejor solución para cualquier situación o problemática en particular, la tiene la persona que requiere del apoyo; a quien en el proceso de Coaching se le denomina Coacheé.

Es decir, el Coach no es la persona experta que tiene la solución más adecuada para a cada situación específica que el Coacheé le presenta. Más bien el Coach cuenta con las habilidades y la técnica para facilitar que su interlocutor logre encontrar la mejor respuesta a su propia situación.

Para que el proceso sea efectivo, es indispensable que la persona que está siendo facilitada logre enfocarse en dos aspectos básicos, qué debe hacer y cómo lo debe hacer. Así es como el Coaching va cuestionando lo que está relacionado con comportamientos, actitudes, creencias y valores, sin dejar fuera aspectos del entorno propio de la persona.

Por ello es que el Coaching detona un poderoso diálogo indagador, en el que el Coach va acompañando al Coacheé con una serie de cuestionamientos que le hacen encontrar la mejor respuesta a sus necesidades. Para poder hacer esto, que de entrada parece muy sencillo, se requiere desarrollar habilidades clave como son, entre otras, escucha atenta, empatía y el uso de la mayéutica.

Para que un proceso de Coaching sea efectivo, lo primero que el Coach tiene que conseguir es la confianza de la persona que está necesitando ser apoyado. Esto se logra mediante un proceso de acompañamiento en el que el Coach le da la garantía al Coacheé de que todo lo que le comenta está protegido por un absoluto sentido de confidencialidad.

Podemos decir que esta es la primera condición indispensable para que la persona que va a ser apoyada se pueda expresar sin temor alguno, lo cual lo lleva a abrirse a situaciones que normalmente le están ocultas y que, por lo mismo, no puede abordarlas para encontrar la solución a las mismas.

Contando con lo anterior, se lleva al Coacheé a definir el o los objetivos que quiere lograr en el proceso. Normalmente quien va a ser facilitado tiene ya una idea de lo qué ha pretendido y no ha podido lograr. Así que mediante la escucha atenta, la empatía y la mayéutica, entre otras técnicas, se gesta un proceso por medio del cual el Coacheé se percata de que las limitaciones que cree haber tenido son sólo eso, creencias y que puede cambiarlas.

En síntesis, el proceso del Coaching lleva a la persona a liberarse de creencias que lo están limitando y que son producto de un aprendizaje previo. La clave está en lograr que la persona encuentre por sí misma una forma nueva de ver su situación, encontrando un nuevo camino que lo conducirá desplegar capacidades que tenía dormidas.