Lo positivo de lo negativo. Superar las crisis

A las personas de mi generación, durante la mayor parte de nuestras vidas, nos ha tocado vivir en medio de crisis. A partir del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, con los hechos de Tlatelolco y hasta el gobierno actual, cuando no se ha tratado de problemas económicos, los hemos tenido en los ámbitos políticos, sociales, de seguridad y de salud. Debiéramos estar acostumbrados a tener frente a nosotros una crisis a la cual enfrentarnos y buscar la forma de resolverla.

Hoy que nos encontramos en lo que se denomina la “tercera edad”, nos toca una vez más enfrentarnos a una crisis. Lo que distingue, entre otras cosas a esta situación, es que ya no es exclusiva de México, ni siquiera, como lo fue la del 2009, provocada por alguien cercano como lo es nuestro vecino del norte. Hoy se trata de una crisis que engloba al planeta entero. Además, es una condición que toca diversos ámbitos. Iniciada por una situación de salud que se convierte en pandemia, afecta ya la esfera de lo económico, en algunos casos también la estabilidad emocional y psicológica, y trasciende hasta el sistema de creencias personales y colectivas.

El panorama luce tan negativo que da la impresión de que el sistema en el que hasta ahora hemos vivido no prevalecerá. Se habla de colapsos grandes y cambios que, al momento de superar la crisis, nos afectarán en las formas bajo las cuales habremos de seguir viviendo. Pareciera ser que el cambio es inevitable y que se realizará a pasar de que no lo deseemos. En medio de todas estas ideas, surge también la que señala que existe un complot a nivel mundial, dirigido por quienes tienen gran poder económico, y que terminarán dominando a los demás a través de la tecnología.

Hace ya muchos años que confirmé que en toda crisis se conjugan el riesgo y la oportunidad. Esto es algo que he experimentado en carne propia, y que también he podido observar en otras personas. Desde esta perspectiva es que tengo la certeza de que todo lo que de momento se contempla como negativo, tiene su contraparte positiva. Lo que corresponde a cada uno de nosotros es encontrar lo que conduce a la superación. Esto se logra a través de enfocar con claridad las oportunidades que conlleva toda crisis. En la medida que se haga así, los resultados serán positivos.

Lograr lo que antes señalo, implica tener la convicción de ello. Mientras no se tenga la certeza de que la crisis puede resultar algo bueno, será imposible lograrlo. No se trata de una cuestión de fe ciega, sino de la convicción que da la experiencia. Si se logra tener esta idea firme, sin importar lo que esté sucediendo, se tendrá puesta la mirada en un futuro esperanzador. Hay más de un caso que demuestran lo que se menciona. Algunos ejemplos de ello son Viktor Frankl, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Gerald Jamplosky, Christopher Gardner, Aung San Suu Ki, Bethany Hamilton, todas ellas de nuestra época, y que lograron obtener lo positivo de sus crisis.

Así como ellos, a lo largo de la historia, muchas otras personas han dado ejemplo claro de que las crisis pueden ofrecernos posibilidades de superación. Hoy nos toca a nosotros experimentarlo.

1920 1288 Adalberto J. Reiter E.

Adalberto J. Reiter E.

Más de cuatro décadas de experiencia laboral. Las últimas dos dedicado al desarrollo humano. Con una metodología propia para el crecimiento integral de la persona.

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